LUIGI CAMPOS | @elespejocritico
Madrid, 07/09/2021 | 19/09/2021
Gandhi defendía que "cuando
un hombre entiende que obedecer leyes injustas va contra su dignidad como ser humano, ninguna tiranía
puede dominarlo".
En cuanto a la presencia y
actuación de los convocantes y convocados que actúan en las
manifestaciones de España contra la
vacunación, el certificado covid, etc., surge interrogantes y conjeturas tanto
de usuarios en las redes como nuestras de por qué las manifestaciones que se
convocan se limita en discursos, charlas y se manifiesta con música y baile como
si estuviéramos celebrando algo, mientras que en otros países como Francia, las
manifestaciones se convierten en marchas, “sentadas”, bloqueos,
irrupciones etc., reacciones de expresión potencialmente poderosas.
En vista de esta realidad y con el fin de aclarar nuestras dudas que nos ayude a entender el comportamiento de las manifestaciones que tienen lugar en diferentes lugares de España, consideramos oportuno dirigir nuestras dudas y observaciones con escritos a determinados médicos que consideramos miembros o simpatizantes de la organización Médicos por la Verdad, lo cual uno de ellos nos envió su respuesta afirmativa y el resto de médicos no respondió al escrito enviado.
Este es el mensaje que presentamos a los médicos, aunque hay que
aclarar que hemos agregado algunas líneas pero no afecta su contenido y
decía lo siguiente:
Hace un año atrás hemos estado recibiendo
información relacionada con los efectos secundarios y reacciones adversas
provocadas por la vacuna, mascarilla, etc., que por cierto resulta muy triste y
lamentable lo que acontece, pero aún nos hemos quedado en la información y lamentaciones y no
hemos podido dar un paso más, es como si estuviéramos reproduciendo lo mismo
día a día, como si la alternativa a la protesta y las marchas estuvieran
cortadas o bloqueadas, o nuestras intenciones estuvieran esposadas, como si realmente nos
estuviéramos recreando ante la gravedad
del asunto que no llegamos a pasar a la fase más avanzada. Es deprimente ver y
saber que damos pequeños pasos, minúsculos, estáticos, alejados de la magnitud
de las circunstancias.
En nuestra opinión, creemos que esta inacción se explica porque culturalmente somos un país muy conservador, lo que lamentablemente nos conlleva a la cobardía y sumisión. Tal vez porque llevamos la cobardía española heredado de nuestros genes, como el reconocido jurista, abogado y pensador político granadino Antonio García-Trevijano (1927-2018) alguna vez se refirió, véase Diálogos Somosaguas La segunda naturaleza Antonio García Trevijano. (2012) - https://www.youtube.com/watch?v=M0I8mu1WkoY. Baste señalar, que los organizadores de las manifestaciones como MxV, PxV, BxV, CxV, PxV, PSxV, ATxV, LLdeV, etc., su modo de actuación se limita al discurso y como elemento adicional las charlas, la música y los bailes entre sus participantes, pero no damos un paso más en la movilización como los franceses. Por supuesto, nos preguntamos, ¿cómo pensamos que los convocantes como Policías por la Verdad van a recorrer las calles para obstruir o confrontar a sus colegas? ¿O los Médicos por la Verdad, realizando marchas con pitos y gritos por la libertad y contra el poder? ¿Podemos imaginar a los organizadores que actúen como fuerza transformadora social, con una actitud rebelde como Maximilien Robespierre o J Paul Sartre del 68? Imposible.
Por nuestra parte, consideramos
que los organizadores participantes de estas convocatorias sus actuaciones son
de buena fe. No podemos prejuzgar si detrás de ello hay un componente pactado
con el poder, dirigido a limitar la movilización de los convocados. Aunque es
cierto que el modo de actuación de los convocantes condiciona
que los convocados puedan dar un paso más hacia la acción y, por consiguiente, ni es una manera de avanzar hacia la transformación personal y colectiva.
Cuando vemos que nos tratan como bestias o nos arrojan a las
bestias, donde hay heridas abiertas, sangre y lágrimas ante la criminalidad y
la atrocidad cometida por el poder y que llega al límite de la barbarie, en
situaciones como estas, es humanamente comprensible que surja las emociones
básicas como la ira, cólera, rabia, enojo o furia, la hostilidad, la
indignación y la exprese como defensa individual o colectiva, y que está
recogida en el artículo 35, Declaración de los
Derechos Humanos del Hombre y del Ciudadano, del 24 de junio de 1793: “Cuando
el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es, para el pueblo y
para cada una de sus porciones, el más sagrado de los derechos y el más
indispensable de los deberes”, pero a pesar de la agresión y lesa humanidad no
somos capaces de actuar para llevar a cabo una acción contundente, nos oponemos
a una corriente humana y social liberadora.
El mismo hecho de la acción de
los organizadores de las manifestaciones, nos obliga a preguntarnos si han
convenido con el poder, tanto así que nos preguntamos si solo es una disidencia controlada y no una
disidencia real. ¿Está sucediendo esto? Algunos sí creen que están siendo
controlados por el poder y que son los encargados de adecuar a los convocados
para excluirlos de la disidencia real. Todos los participantes encasillados,
estáticos y en un punto concreto, están allí para ser regulados por el programa
conservador que provoca la incapacidad de reaccionar de los convocados.
La narrativa continua de estas organizaciones y
su forma conservadora de actuar está llamando la atención sobre los usuarios en
las redes sociales entre el descontento y la desafección. Por supuesto, aquí no
estamos en la tarea de enfrentarnos a nosotros mismos, sino de expresar nuestra
crítica a la caracterización de estas manifestaciones, que consideramos una
disidencia controlada o conservadora, interpretado por su comportamiento observable ante la situación
de extrema gravedad y de enorme tensión, y por evidencias. El propósito principal
es provocar cambios, buscar caminos juntos y luchar contra las injusticias. Y
dejemos de pensar que las organizaciones mencionadas son nuestros
"salvadores", la resistencia y la promesa. La responsabilidad recae en
cada uno de nosotros y expresemos nuestra indignación moral basándonos en
nuestra experiencia. Actuemos desde nuestra actitud crítica y rebelde, ya que
lo que está en juego son nuestras vidas y se ven comprometidos derechos fundamentales
como el derecho a la vida y la integridad física y moral.
Finalmente,
abordamos la individualidad de una persona y nos preguntamos, ¿puede la
iniciativa individual en España alcanzar relevancia como verdaderos disidentes?
Por supuesto que no, por eso recordamos las palabras de Trevijano, a quien
debemos estudiar: "La sociedad española no sólo es profundamente
complaciente y cobarde sino sobre todo inconsciente de la realidad y de sí
misma como sujeto político". A lo largo de la historia son muchos los
hechos que nos relacionan a favor de la rebelión y la dignidad que llegamos a
ser admirados y temidos en un momento, y hoy se torna muy especial y urgente ante los hechos traumáticos, chocantes,
peligrosos y aterradores en la que estamos viviendo y tenemos que vivir, lo que conlleva un cambio de
actitud y hábitos transformadores radicales en relación a la vida y a sí mismo.
«Los intereses generales no pueden prevalecer sobre los derechos fundamentales al margen de la ley» «Ni las apelaciones a la necesidad pueden hacerse valer por
encima de la legalidad, ni los
intereses generales pueden prevalecer sobre los derechos
fundamentales al margen de la ley», Tribunal
Constitucional de España.
«La
Asamblea insta a los Estados miembros y a la Unión Europea a (…) asegurarse de
que los ciudadanos estén informados de que la vacunación no es obligatoria y de
que nadie es presionado política, socialmente o de otro modo para vacunarse, si
no desean hacerlo ellos mismo». Y el punto siguiente (7.3.2): “Velar por que
nadie sea discriminado por no haber sido vacunado, por posibles riesgos para la
salud o por no querer ser vacunado». De la resolución de la Asamblea
Parlamentaria del Consejo de Europa, 2361 (2021), de 27 de enero.
“Cuando
el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es, para el pueblo y
para cada una de sus porciones, el más sagrado de los derechos y el más
indispensable de los deberes”. Artículo 35, Declaración de los Derechos Humanos
del Hombre y del Ciudadano, del 24 de junio de 1793.
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aprendido para crear pensamiento y actitud ante los problemas.
Muchas gracias por su atención, el autor.
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