viernes, 26 de noviembre de 2021

Testimonio personal | Mi encuentro con dos evangélicas pentecostales para hablar sobre el covid y la “pandemia”

LUIGI CAMPOS 

Madrid 26/11/2021  


Hoy, viernes 26 de noviembre, tuve la oportunidad de hablar con dos evangélicas pentecostales que estaban predicando en la calle.

 



Me dije a mí mismo, Luigi, esta es una gran oportunidad para recibir respuestas. Y con toda la formalidad pregunto cuál es el significado de la pandemia en relación a la fe cristiana. Y me respondieron que en la palabra de Dios esto estaba escrito, es un castigo de Dios. ¡Aleluya! El Señor está por venir.


Entonces, ¿creéis que la pandemia es cierta?


Sí, por supuesto. Mucha gente ha muerto, lo hemos visto en los medios cadáveres tirados en las calles. Mi hijo, responde una de ellas, pensé que tenía Covid pero el médico me dijo que no era por una enfermedad pasada. Estoy vacunada y su acompañante responde: yo también estoy vacunada.


Yo no estoy vacunado. ¿Queréis saber por qué no me he vacunado? Porque he encontrado información de fuentes fidedignas por parte de médicos y científicos de que las vacunas llevan cosas raras [No utilizo tecnicismo para que se entienda] que son perjudiciales para la salud, hasta el punto que pueden ser graves y no puedo correr riesgos.  


Silencio y desconcierto de las evangélicas. Diría yo sorprendidas al recibir tal noticia. Una de ellas se aleja más de mí.


Quizás no sepáis que están experimentando con niños en laboratorios para ver cómo se mide la eficacia de las vacunas.


Silencio y desconcierto de las evangélicas. Yo diría sorprendidas de recibir tal noticia.


Sí, en 2012 40 niños murieron luego de recibir experimentos de un laboratorio en Argentina. Y países como Estados Unidos, Finlandia, España y Polonia experimentaron con 4.500 niños de 6 meses. [Recuerdo esta información tal como la recopila y publica Twitter de mi cuenta].


Una evangélica al escuchar mis palabras bajó la cabeza. Mientras la otra me miraba como si acabara de llamar mi atención.


¿No creéis que aquí se esté cometiendo una tremenda injusticia? ¿Y qué dice la palabra de Dios sobre la injusticia? Veamos este pasaje [Y digo con vehemencia]: "Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda maldad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad”. [Llevo mucho tiempo leyendo la Biblia, sobre todo, memorizo ​​los que se refieren a la injusticia].


Palabras que se recibieron al grito de una evangélica: ¡Amén, hermano! Mientras la otra me miraba con cara de asombro.


Una evangélica me responde: Hermano, llevamos el mensaje, la palabra del Evangelio por las calles.


Está muy bien, respondo, pero ¿qué pasa con la predicación de la injusticia hacia los demás y contra la tiranía? ¿Qué teméis? ¿Qué dice San Pablo sobre la muerte? Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.


Qué dice la palabra de Dios: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”.


No podemos predicar a medias, porque es una posición conservadora. Debemos compartir el mensaje de injusticia como dice la Biblia.


[Bueno, dicho esto, hasta yo me sorprendí lo que decía].


Les pregunté si cuando se reunían en la iglesia el pastor les hablaba del Covid y la Pandemia, respondieron que no. Les respondí que lo que vivimos es parte de una realidad por la cual no se debe tomar por desconocimiento de los pastores de las iglesias.


Al ver las nubes que predecía que iba a llover, me despedí con el mayor respeto de ellas, deseándoles lo mejor en su día.


Al alejarme, ya a unos metros de distancia, escucho la voz de una evangélica, que le dice a su compañera, el hermano es un enviado de Dios.


Amigos míos, como podéis ver, aquí podemos rescatar mucha información, sobre todo del desconocimiento de las evangélicas de la realidad científica opuesta a la verdad oficial. Creo que fue un momento propicio y productivo para sembrar las semillas del cambio. Serán las portavoces para llevar el mensaje a la iglesia y la familia, estoy seguro.