“Nunca intente ganar por la fuerza lo
que se puede ganar con el engaño.” Nicolás Maquiavelo
"La fuerza y el engaño son, en la guerra, las dos virtudes cardinales." Thomas Hobbes
“Occidente
no comprende que detrás de los objetivos de la operación militar especial se
encuentra una historia nacional y cultural de Rusia, así como el sacrificio de
vidas rusas en 3 años de guerra, lo que da forma a los principios y la lógica
de la guerra, donde las conquistas son el resultado de tales sacrificios.”
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Madrid,
10 de marzo de 2025
Estimados
lectores y seguidores:
Soy Luigi Campos,
autor de las obras "La Ruptura de España es posible", "Cómo viven los inmigrantes en España", la Teoría del Estado como concepción
científica y filosófica sobre el origen del Estado, entre otras. También dirijo los canales
"El Espejo Crítico" y "Salud Consciente e Integral". Hoy,
deseo compartir mi opinión acerca de las recientes noticias sobre un posible
tratado de paz entre EE.UU. y Rusia, en el contexto de la guerra en Ucrania. La
idea de alcanzar la paz es, sin duda, un objetivo loable y deseado por todos.
Sin embargo, considero que no todo vale para lograrla.
El Contenido de este
tema está disponible como texto en el blog El Espejo Crítico y Salud Consciente
e Integral en las plataformas blogger y wordpress.
La
propuesta de paz en Ucrania tras las conversaciones entre Rusia y Estados
Unidos durante los días 18 y 27 de febrero, parecen contener estrategias ocultas
que podrían perjudicar a Rusia y abrir la puerta a un conflicto aún mayor,
incluso a una Tercera Guerra Mundial. Parece que se está intentando establecer compromisos
que, en última instancia, podrían dañar a Rusia.
Este
panorama nos invita a cuestionar la verdadera intención detrás de dichas
conversaciones. ¿Dónde está el entendimiento pleno si las partes ofrecen
posturas drásticamente contrarias? Reflexionemos sobre los siguientes puntos.
A) Análisis de las
Declaraciones sobre el despliegue de fuerzas de paz en Ucrania
Para
sustentar nuestra reflexión, analicemos algunos hechos concretos:
1.
Declaraciones de Donald Trump (25 de
febrero): El presidente estadounidense declaró que Vladímir Putin podría
aceptar el despliegue de fuerzas de paz europeas en Ucrania como parte de un
acuerdo para finalizar el conflicto. Sin embargo, esta afirmación contradice la
rotunda oposición del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quien expresó
que la presencia de tropas de la OTAN o de la Unión Europea en Ucrania sería
inaceptable. Serguéi Lavrov afirmó: "El despliegue de tropas de fuerzas
armadas de los países de la OTAN, pero bajo otra bandera, bajo la bandera de la
Unión Europea o bajo banderas nacionales, no cambia nada al respecto. Es, por
supuesto, inaceptable para nosotros". Además advirtió, el 6 de marzo, tras
el anuncio de Macron que la presencia de tropas europeas una vez alcanzado un
hipotético acuerdo de paz, que "considerarán la presencia de estas tropas
en territorio ucraniano como se considerarían la presencia potencial de la OTAN
en Ucrania", dado que "la discusión se está llevando a cabo con un
objetivo abiertamente hostil y no ocultan por qué lo necesitan". “Dicho
despliegue crearía hechos sobre el terreno”. “No significaría una guerra
híbrida, sino la implicación oficial de la OTAN en el conflicto”.
2.
Postura de Donald Trump sobre la
seguridad (2 de marzo): Donald Trump minimizó la importancia de la seguridad,
declara que “la seguridad es tan fácil, que representa aproximadamente el 2% del problema. No me
preocupa la seguridad. Me preocupa cerrar el acuerdo”. "No debería ser tan
difícil llegar a un acuerdo. Y ese acuerdo podría concretarse muy
rápidamente", (2 de marzo). Este enfoque resulta inquietante,
especialmente a la luz de su anuncio de la pausa en los envíos de ayuda militar
estadounidense a Ucrania, (3 de marzo).
3.
Declaraciones de Antonio Costa: El presidente
del Consejo Europeo, destacó que la adhesión de Ucrania a la Unión Europea
sería la mejor garantía de seguridad más importante para el futuro del país. Esta
afirmación se alinea con la estrategia de EE.UU., la UE y la OTAN de promover
un enfoque militar en la protección de Ucrania.
4.
Llamado a Europa (tras la llegada de Donald
Trump a la Casa Blanca): El presidente Donald Trump instó a Europa a asumir
un papel activo en garantizar la seguridad de Ucrania, (12 de febrero),
Washington ha enviado un cuestionario a sus aliados europeos solicitando
detalles sobre el armamento, tropas de mantenimiento de la paz y acuerdos de
seguridad que podrían ofrecer a Kyiv, (17 de febrero), lo cual refuerza la idea
de que la intervención militar es vista como una solución viable.
A
través de estas declaraciones, se revela claramente que la estrategia de
EE.UU., la UE y la OTAN apunta a actuar y proteger a Ucrania mediante
mecanismos de defensa militar. La creación de una Política Común de Seguridad y
Defensa en la UE, junto con la posibilidad de un ejército europeo, implica que,
en caso de que Ucrania se convierta en miembro de la UE, se activarán
operaciones militares en su defensa.
B) Sobre el control
de las fuentes de riqueza de Ucrania
5.
En los últimos meses, la situación geopolítica en Ucrania ha cobrado nuevas
dimensiones, particularmente con las declaraciones de Donald Trump respecto a
los recursos naturales del país. Sus afirmaciones que sería un “gran compromiso
para Estados Unidos”. “Y estamos ansiosos por comenzar a excavar, excavar,
excavar y trabajar para obtener algunos de los metales de tierras raras”, (28
de febrero), sugieren un interés claro en el control de los minerales y
energías que abundan en territorio ucraniano. Este enfoque puede desglosarse en
dos objetivos fundamentales: la búsqueda de influencia territorial y el
fortalecimiento de capacidades militares en la región. Resalta una estrategia
que no solo se limita a conseguir recursos, sino que parece estar ligada a un
mayor control político y económico sobre Ucrania.
6.
Declaraciones del asesor de seguridad nacional del presidente de Estados
Unidos, Donald Trump, Mike Waltz, el 10 de febrero, "Tenemos que recuperar esos costes y eso va a ser una asociación con los ucranianos en
términos de sus recursos naturales y su petróleo y gas, y también comprando los
nuestros". "Esas conversaciones tendrán lugar esta semana. Y creo que
un principio subyacente aquí es que los europeos tienen que ser dueños de este
conflicto en el futuro. El presidente Donald Trump va a
ponerle fin. Y luego, en términos de garantías de seguridad,
eso va a ser directamente con los europeos."
7.
Donald Trump también insistió en
que Estados Unidos quiere que la ayuda militar enviada a Ucrania esté
“asegurada” y volvió a sugerir la idea de un “préstamo”, con la posibilidad de
que Kiev ofrezca a cambio algunos recursos naturales, como minerales críticos,
clave para los avances tecnológicos. (13 de febrero).
En
referencia a los puntos 5, 6 y 7, el acuerdo sobre la explotación de los minerales
y tierras raras que se encuentran en territorio ucranio, además de petróleo y gas, nos obliga a pensar que lo que persigue Donald
Trump son dos objetivos, uno, ser dueño de Ucrania y, dos, obtener poder
militar en dicho territorio. Por otro lado, es el camino hacia la adhesión de
Ucrania a la UE y a la OTAN.
Además,
estas maniobras ameritan un análisis más profundo sobre el contexto histórico.
El golpe de Estado de Maidan en 2014, facilitado por la intervención
estadounidense, sienta un precedente en la forma en que Estados Unidos ha
influido en la política ucraniana. Ahora, la atención se desplaza de otra
manera hacia el "expansionismo americano" sobre los minerales raros y
recursos energéticos en Ucrania. Esto demuestra una intención clara de
remodelar el paisaje político de Europa del Este, alineándolo con los intereses
de Washington.
8.
Donald Trump, ahora cambio de bando:
Este cambio de enfoque de Trump hacia Rusia, tras haber sido considerado un
aliado del Kremlin, hoy lo amenaza con sanciones “a gran escala”. Aseguró
Donald Trump en un mensaje en Truth Social, su red social, el 7 de marzo: “Considerando
que Rusia está aplastando a Ucrania en el frente de guerra en este momento
estoy evaluando seriamente imponer sanciones bancarias a gran escala, sanciones
y aranceles a Rusia hasta que se logre un alto el fuego y un acuerdo de
paz".
Recordemos
que la Casa Blanca pidió a los departamentos de Estado y del Tesoro que elaboren
planes para dar a Moscú un alivio de las sanciones en el marco de las conversaciones
entre el Departamento de Estado estadounidense y el Kremlin sobre la guerra en
Ucrania. (4 de marzo). Esto refleja una estrategia calculada que busca
presionar a Moscú, mientras se asegura el control sobre Ucrania.
La
declaración del portavoz ruso, Dmitri Peskov, acerca de que Donald Trump durante
su primer mandato ha sido “el presidente de EEUU que más ha recurrido a los
métodos de sanciones”. Y añade, “A él le gustan esos métodos, al menos le
gustaban durante su primera presidencia”. (23 de enero), resalta la ambigüedad
y la dualidad de su política exterior.
La
interacción entre el deseo de obtener recursos estratégicos y la gestión de
relaciones internacionales hostiles muestra cómo el control sobre las fuentes
de riqueza en Ucrania es un vehículo para lograr objetivos más amplios. Así, el
futuro de Ucrania no solo se define por su capacidad de navegar estas
tensiones, sino también por el papel que jugará en el tablero geopolítico
global, donde sus recursos serán tanto una bendición como una maldición en una
era de rivalidades crecientes.
El
desenlace de esta lucha por el control de Ucrania y sus riquezas no solo
determinará el destino del país, sino que también tendrá consecuencias
profundas para la estabilidad de la región y el orden geopolítico mundial.
C) Sobre los
objetivos de Rusia en el conflicto ucraniano
La
operación militar especial de Rusia ha suscitado interrogantes sobre los
objetivos estratégicos de Moscú y su disposición a hacer concesiones. ¿Está
Vladímir Putin dispuesto a hacer concesiones sobre Ucrania y dar marcha atrás
sobre los objetivos estratégicos de la operación militar especial? ¿Está Vladímir
Putin dispuesto a que Occidente pueda cruzar la línea roja marcada?
1.
Retiro del ejército ucraniano de
regiones ocupadas: Uno de los principales objetivos de Rusia es que Ucrania
retire sus tropas de cuatro regiones: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
El
portavoz del Kremlin, Dmítri Peskov, ha afirmado con claridad que "los
territorios que se convirtieron en entidades de la Federación de Rusia, lo que
está escrito en la Constitución, son parte inalienable de nuestro país. Eso es
un hecho absolutamente indiscutible y no es objeto de debate". (27 de
febrero). Dimítri Peskov reafirma la convicción de que en el contexto actual,
la soberanía territorial no es un tema sujeto a debate.
2.
El objetivo de recuperar la provincia de
Járkov: Otro objetivo estratégico significativo para Rusia es la
recuperación de la provincia de Járkov.
Referencia
histórica. Académicos rusos han argumentado que el estado de Moscú trajo aquí
la civilización. En la segunda mitad del siglo XVI se compiló un documento
llamado Libro del Gran Dibujo, que describe la zona perteneciente al Estado de
Moscú, en el área de la confluencia de los ríos Járkov y Lopan. Fuente: Del
Proyecto histórico Regreso a Rusia: La historia
como camino hacia el futuro.
Al
abordar la situación de Járkov, Vladímir Putin ha declarado el 17 de mayo de
2024 que «en lo que se refiere a Járkov, hasta el momento no existen tales
planes» de anexar la región, lo que sugiere una posible intención de mantener
abiertas las opciones mientras se observa la evolución del conflicto. Sin
embargo, las declaraciones de figuras prominentes como Dmítri Medvédev, ex
presidente ruso, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso y uno de
los halcones del Kremlin, quien predijo que Járkov sería la quinta región de
Ucrania anexada por Rusia en otoño de 2022, refuerzan la percepción de que el
Kremlin tiene ambiciones que podrían incluir esta vital provincia.
El
poeta y ensayista Stanislav Aleksandrovich Minakov, oriundo de Járkov, ha
expresado inquietudes sobre la situación presentada en su tierra natal. En una
entrevista con Alexander Pozharsky realizada el 26 de febrero de 2024, Minakov
reflexionó sobre la identidad local y el impacto de la guerra en la cultura y
la vida cotidiana de los habitantes de Járkov. Su voz resuena como un eco de
las preocupaciones de muchos que enfrentan la incertidumbre de una guerra
prolongada y las implicaciones de posibles anexiones.
Aquí
tenemos parte de esta entrevista.
Cuando Járkov regrese
a Rusia, ¿cree que participará en los procesos nacionales?
—Seguiré
citando a Kevorkyan, un habitante de Járkov que, por cierto, se graduó en el
Instituto Literario Gorki y que a principios de los años 90 creó el canal de
televisión más popular de Járkov, “First Capital”, un canal educativo e
informativo que salió al aire con historias rusas de Járkov incluso después del
golpe de Estado, lo que sorprendió y encantó a los residentes de la ciudad.
“Aquellos que no puedan cumplir con sus obligaciones funcionales en las nuevas
condiciones”, afirma Konstantin Ervandovich, “serán reemplazados por
conciudadanos leales o personas desplazadas, por ejemplo, de las ciudades
destruidas del Donbass. Aquellos con opiniones pro-Bandera emigrarán o serán
objeto de depuración.
Y
la mayoría de los habitantes de Járkov necesitan tener un juicio público que
revele a los criminales específicos, exponga el sistema criminal y elimine la
carga de la derrota de la mayoría de los habitantes de la ciudad: denles la
oportunidad de rehabilitarse: fuimos engañados, no somos culpables. Y así,
tendrán la oportunidad de ingresar a la nueva comunidad sin dolor. El juicio
público a los criminales de Bandera es un efecto de “chivo expiatorio”, que
quita al pueblo la carga del pasado. Una vez que se disipe la niebla del
ucranianismo político, la mayoría de la gente simplemente no tendrá otra opción
que regresar a su estado ruso original”. Fin de la cita.
Así
pues, Járkov fue fundada como ciudad rusa y estaba destinada a serlo. Ha
llegado el momento de corregir los errores y las traiciones, históricas y
modernas. Fuente: del periódico digital "Stoletie".
3.
Como la renuncia de Ucrania a unirse a la Organización para el Tratado del
Atlántico Norte, (OTAN).
4.
El levantamiento de sanciones económicas impuestas a Rusia desde el inicio de
la guerra en 2022.
5.
La desmilitarización de Ucrania y su declaración de neutralidad entre Occidente
y Rusia.
6.
Que Ucrania debe cumplir con las propuestas de “desnazificar” su territorio, lo
que implicaría la destitución de Volodímir Zelenski y, sin duda, de al menos
parte de la administración ucraniana.
7.
Que las tropas ucranianas se retiren de los territorios ocupados en la región de Kursk.
8.
Llevar ante la justicia a quienes han sido responsables de crímenes atroces contra
los habitantes de Ucrania –ucranianos, rusos y rusoparlantes–, que provocaron
la muerte de más de 14 mil personas, muchas de las cuales eran menores.
Históricamente,
Estados Unidos ha sido un actor central en el inicio y el final de conflictos
bélicos a nivel global. La retórica expansionista de estadounidense se mantiene
vigente, y es innegable que figuras como Donald Trump se han presentado como
“pacificadores”, a pesar que sus acciones y declaraciones sugieren lo
contrario. Su deseo de ser recordado como un "pacificador y
unificador" contrasta notablemente con sus decisiones y discursos que
evidencian ambiciones imperialistas.
Donald
Trump ha realizado afirmaciones que revelan su interés por la expansión
territorial y la explotación de recursos, desde sus intenciones de reclamar el
Canal de Panamá –promesa cumplida tras apoderarse del canal el multimillonario
Larry Fink de BlackRock, aliado de Donald Trump-, hasta la propuesta de que
Canadá se convierta en el próximo estado de EE.UU. Estas afirmaciones deben ser
analizadas con seriedad, ya que reflejan un patrón consistente de
intervencionismo y dominación.
Las
provocaciones de Donald Trump en Gaza ejemplifican el peligroso juego que se desarrolla
en el ámbito internacional. Su propuesta de transformar Gaza en un complejo
turístico no solo ofende al pueblo palestino, sino que también refuerza la
narrativa de una mentalidad colonial que persiste en la política
estadounidense.
Es
evidente que existen suficientes pruebas para afirmar que las conversaciones entre
EE.UU. y Rusia para alcanzar la paz en Ucrania no avanzan adecuadamente. Nos
encontramos ante un nuevo inquilino en la Casa Blanca, cuya naturaleza
contradictoria e impredecible se manifiesta en intentos de engaño
caracterizados por la torpeza, la miopía y la crueldad. Lo que une a Donald Trump
son los negocios, considerando a EE.UU. como una empresa.
Se observa una
estrategia política basada en el engaño
Un
ejemplo de esta táctica se manifiesta en la presión ejercida sobre Volodímir Zelenski,
al amenazar con suspender la ayuda militar si no se firman acuerdos sobre
territorios y recursos naturales de Ucrania. Asimismo, las declaraciones de Donald
Trump, donde menciona que la UE fue creada para perjudicar, y sus advertencias
sobre no defender a los países de la OTAN que no incrementen su gasto en
defensa, han suscitado inquietud en la UE. Estas palabras han impulsado a la
Comisión Europea a avanzar hacia un plan de "rearme urgente" en
Europa, evidenciando un juego político de engaño en el que Donald Trump actúa
en complicidad con Volodímir Zelenski y la UE, lo cual estamos exponiendo.
En
las declaraciones de Vladímir Putin y Dmítri Peskov se encuentran respuestas
sobre la necesidad de establecer canales de comunicación profundos y sinceros
entre EE.UU. y Rusia.
- Vladimir Putin a finales de enero enfatizó
que “lo más importante aquí es eliminar las causas
profundas de la crisis, de lo que hemos hablado muchas veces, esto es lo más
importante”, subrayando que “el objetivo del acuerdo no debe ser una tregua
breve, ni una especie de respiro para reagrupar fuerzas y rearmarse con el fin
de continuar el conflicto, sino una paz a largo plazo”, indicando que debe
basarse en “el respeto a los intereses legítimos de todos los pueblos, de todas
las naciones que viven en esta región”, (20 de enero de 2025).
-
Por su parte, Dmítri Peskov, ha confirmado que Moscú continuará con su
"operación militar especial" en Ucrania. Ha aseverado que "Moscú prefiere los métodos
diplomáticos para resolver estas cuestiones, pero dadas las circunstancias
actuales tendrá que defenderse a través de esta operación militar. Tenemos
nuestros propios intereses y necesitamos garantizar nuestra seguridad. Estamos
sacando adelante esta operación, pero para nosotros sería preferible alcanzar
nuestros objetivos por la vía política o diplomática", (07 de marzo).
La promesa no cumplida
de Donald Trump
Durante
su campaña electoral, Donald Trump, afirmó que, “si fuera presidente, pondría
fin a esta guerra en un día” y que “acabaría con la guerra en veinticuatro
horas”. Occidente no comprende que detrás de los objetivos de la operación
militar especial se encuentra una historia nacional y cultural de Rusia, así
como el sacrificio de vidas rusas en 3 años de guerra, lo que da forma a los
principios y la lógica de la guerra, donde las conquistas son el resultado de
tales sacrificios.
Hago
un llamo a la reflexión sobre las maquiavélicas dinámicas de poder que pretende
sembrar Washington en torno a estas conversaciones y el comportamiento
oportunista hacia un mundo globalizado unipolar que persigue la UE y la OTAN. La
paz no debe ser un simple intercambio de intereses geoeconómicos, geopolíticos
y geoestratégicos como lo persigue EE.UU y Occidente, sino un compromiso
auténtico con la estabilidad y el bienestar de todos los pueblos involucrados.
Finalmente,
se sostiene la idea de que aquí no puede existir un proceso de negociación ni a
una capitulación de Ucrania, porque Rusia continúa su operación militar
especial. Que se esté planeando una negociación hacia una paz verdadera y así
frenar la guerra en Ucrania es absurdo cuando vemos que Ucrania resiste en el
campo de batalla mientras Rusia avanza en la guerra, cuando la igualdad no
queda expuesta, o cuando la economía de Rusia sigue creciendo contra todo
pronóstico.
Un
cordial saludo