"Una ciudadanía consciente
no se deja arrastrar por titulares interesados: la corrupción en España no
empezó ayer, es un mal sistémico presente desde 1978." Luigi Campos
Madrid, 20 de junio de 2025
Si buscáramos un titular breve que
refleje la corrupción en España desde González hasta Sánchez, podría ser:
· "La sombra persistente de la
corrupción: De Felipe González a Pedro Sánchez, un país atrapado en su
historia."
·
"Corrupción sin fin: España bajo la lupa, desde González hasta
Sánchez."
· "Una historia de impunidad:
La corrupción en España, de Felipe González a la actualidad."
· "De escándalo en escándalo:
La corrupción política que ha marcado gobiernos en España."
· "La corrupción como legado:
De Felipe González a Pedro Sánchez, un desafío sin resolver."
·
"De González a Sánchez: La corrupción que persiste en España."
· "Corrupción política en
España: Una cadena interminable desde Felipe González hasta hoy."
·
"Ningún presidente limpio: La corrupción en España, de Felipe
González a Pedro Sánchez."
·
"España atrapada en la corrupción: De González a Sánchez, una
constante histórica."
·
"Corrupción en España: De Felipe González a Pedro Sánchez, ningún
gobierno se libra."
Estimados lectores:
Soy Luigi Campos, autor de La ruptura de España es posible, Cómo
viven los inmigrantes en España, entre otras obras, y creador de los
canales El Espejo Crítico y Salud Consciente e Integral. En esta
ocasión, abordo un tema de máxima relevancia que lleva por título 40 años de corrupción política en España: de Felipe González a Pedro
Sánchez, desde la
instauración de la democracia hasta nuestros días.
Este artículo complementa el contenido
audiovisual disponible en nuestros canales y también se encuentra en formato
escrito en los blogs El Espejo Crítico y Salud Consciente e Integral,
accesibles a través de los enlaces que aparecen en la descripción.
Corrupción actual y mirada de
conjunto
Ante los recientes escándalos que afectan al Gobierno y al Partido
Socialista Obrero Español (PSOE) liderado por Pedro Sánchez, nuestro propósito
no es sumarnos al ruido mediático del momento. Queremos ir más allá: ofrecer
una visión de conjunto que permita comprender la corrupción no como una serie
de episodios aislados, sino como un fenómeno estructural y persistente del
sistema político español.
Un problema de largo recorrido
La corrupción en España no se originó con Pedro Sánchez ni con ninguno de
sus gobiernos (2018-2020, 2020-2023 o el actual, desde 2023), ni siquiera con
sus predecesores más cercanos. Sus raíces se remontan a los primeros años de la
democracia, tras la aprobación de la Constitución de 1978. Fue durante los
gobiernos de Felipe González cuando comenzaron a destaparse casos graves de
corrupción, como los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), la empresa de
consultoría Filesa, fundada en 1982, o el escándalo del Partido Socialista
Valenciano (PSV). Estos casos marcaron un antes y un después en la relación
entre la ciudadanía, el poder político y la justicia.
Desde entonces, ningún gobierno se ha librado de este lastre. La
corrupción ha afectado a partidos de distintos signos ideológicos y ha permeado
todos los niveles de la administración pública. Negar esta continuidad
histórica sería una simplificación peligrosa. Entender el presente requiere
también revisar el pasado con honestidad.
Puntos clave a tener en cuenta:
Memoria selectiva y atención mediática
Actualmente, la atención mediática y política se centra casi
exclusivamente en los casos de corrupción que afectan al Ejecutivo actual. Sin
embargo, este fenómeno es tan antiguo como la propia democracia constitucional
española. Esta memoria selectiva responde a intereses partidistas y mediáticos
que privilegian el escándalo coyuntural por encima de un análisis riguroso y
profundo.
Los medios de comunicación tienden a centrarse en lo inmediato.
Actualmente, el foco está en el gobierno de Pedro Sánchez y en el Partido
Socialista Obrero Español (PSOE), del cual es secretario general desde 2017; ayer,
estuvo en el Partido Popular con casos como Gürtel, Bárcenas, Lezo o Púnica.
Esta dinámica genera dos efectos nocivos: por un lado, la percepción errónea de
que la corrupción es exclusiva “de un solo lado”, y, por otro, el olvido de que
esta lacra ha salpicado a todos los grandes partidos —PSOE, PP, Convergència i
Unió (CiU; en español: «Convergencia y Unión») e incluso algunos partidos
emergentes— sin excepción.
Como consecuencia, el debate público se empobrece, olvidando que la
corrupción no es un problema partidista sino un mal sistémico que ha erosionado
la confianza ciudadana en las instituciones durante más de cuatro décadas.
Uso partidista de la corrupción
La corrupción es con frecuencia utilizada como un arma política más que
como una cuestión ética o de salud institucional. La oposición tiende a
magnificar los casos vinculados al gobierno de turno, mientras que el propio
gobierno suele minimizar la gravedad o desviar la atención señalando episodios
corruptos de sus adversarios.
Este juego político contribuye a que la ciudadanía perciba la corrupción
como una mera batalla partidista, dificultando la construcción de consensos
necesarios para su erradicación.
Falta de pedagogía democrática
Pocas veces los medios o los discursos públicos abordan con claridad que
la corrupción no es un fenómeno reciente ni exclusivamente atribuible a
individuos concretos. Más bien, responde a fallos estructurales y sistémicos:
la falta de controles efectivos, la politización de instituciones clave, la
opacidad administrativa y la impunidad, entre otros factores.
Esta carencia de pedagogía democrática limita la comprensión ciudadana y
dificulta la movilización social hacia soluciones de fondo.
Cansancio ciudadano y relativismo
La sucesión ininterrumpida de escándalos desde 1978 ha provocado en una
parte significativa de la ciudadanía una mezcla de desencanto, resignación y
relativismo, expresado en frases como “todos son iguales”. Aunque comprensible,
esta actitud debilita la presión social necesaria para exigir cambios reales y
profundos.
Hacia una regeneración real
Frente a este panorama, la respuesta no puede ser meramente reactiva o
instrumentalizada políticamente. Se requiere una voluntad política firme,
reformas estructurales de gran calado y una ciudadanía informada y vigilante
que exija transparencia, rendición de cuentas y verdadera regeneración
democrática.
En el nuevo contenido de El Espejo Crítico y Salud Consciente e Integral
analizamos la evolución de la corrupción en España desde 1982 hasta la
actualidad, explorando casos emblemáticos, patrones recurrentes y posibles vías
de solución. Porque no se trata solo de señalar culpables: se trata de entender
por qué este problema persiste y qué podemos hacer, como sociedad, para
enfrentarlo con eficacia.
En resumen
Sí,
hoy se habla más de la corrupción del gobierno actual (porque es el que está en
el poder), pero eso no debe hacernos
olvidar que la corrupción en España viene desde los inicios de la democracia y
ha sido practicada o tolerada por diferentes gobiernos y partidos.
Entender esto es esencial para exigir soluciones de fondo y no solo castigos
coyunturales.
Contexto y
evolución
Desde la Transición, la consolidación democrática
trajo consigo nuevas estructuras políticas y administrativas. Con ellas también
surgieron oportunidades para el mal uso de recursos públicos, especialmente en
sectores como:
- Urbanismo y construcción (por ejemplo, el boom inmobiliario de los 90 y 2000).
- Financiación ilegal de partidos.
- Contrataciones públicas y concesiones
administrativas.
Debido a la extensión del contenido, creo que es necesario dividirlo en
episodios, los cuales daré a conocer para ser consultados en próximas
publicaciones, a saber:
Episodio 1. Casos de corrupción bajo el gobierno de Felipe González
(1982-1996): financiación ilegal, nepotismo y fraudes económicos.
Episodio 2. Casos de corrupción bajo el gobierno de José María Aznar
(1996-2004): inicio del PP de Aznar y tramas urbanísticas.
Episodio 3. Casos de corrupción bajo el gobierno de José Luis Rodríguez
Zapatero (2004-2011): financiación irregular, fraude y polémicas autonómicas.
Episodio 4. Casos de corrupción bajo el gobierno de Mariano Rajoy
(2011-2018): principales escándalos que afectaron al Partido Popular durante su
mandato. Finalmente,
Episodio 5. Casos de corrupción bajo el gobierno de Pedro Sánchez
(2018-presente): principales escándalos y controversias durante su mandato.
Conclusión
La corrupción política en España es un fenómeno complejo y arraigado que
no puede entenderse como una serie de episodios aislados ni como un problema
exclusivo de un solo gobierno o partido. Desde la instauración de la
democracia, la sombra de la corrupción ha acompañado a todos los ejecutivos,
afectando la confianza ciudadana y debilitando las instituciones. Reconocer
esta continuidad histórica es esencial para evitar la simplificación interesada
que divide a la sociedad y obstaculiza el avance hacia una verdadera
regeneración democrática.
Solo a través de un compromiso colectivo que combine voluntad política,
reformas estructurales y una ciudadanía informada y vigilante, será posible
romper con este ciclo y construir un sistema político más transparente y
responsable. La historia reciente de España nos ofrece una lección clara: no
basta con señalar culpables; es imprescindible comprender las causas profundas
para enfrentar eficazmente la corrupción y proteger nuestra democracia.
Agradezco sinceramente el tiempo y el interés de quienes han leído este
análisis. Los invito a acompañarme en las próximas publicaciones, donde
profundizaremos en cada uno de los episodios que han marcado estas cuatro
décadas de corrupción política en España. Solo con conocimiento y conciencia
crítica podremos exigir los cambios que nuestro país necesita.
Un cordial saludo.